Presentación del proyecto

Un equipo sanitario, formado por personal del CHUAC, centros de salud de primaria y especializada de A Coruña, Complexo Hospitalario Xeral – Calde de Lugo y Arquitecto Marside de Ferrol, proporciona asistencia sanitaria especializada quirúrgica, de consulta y formativa en los municipios de Murra, Quilalí , Wiwilí y Ocotal, en el departamento de Nueva Segovia (Nicaragua). Tres mil personas se ven beneficiadas por este proyecto sanitario de cooperación internacional con una década de experiencia.

Agareso y Solidaridade Galega visibilizan en este Diario de A Bordo la promoción de calidad sanitaria en este país centroaméricano.


viernes, 5 de noviembre de 2010

Mi cuerpo es tuyo


Loreto Costa, (Murra, Nicaragua).- Apenas hay sitios libres en la sala de espera de ginecología. Decenas de mujeres de rostros curtidos por el sol, en los que puede leerse en cada arruga la dureza de sus vidas.

En un solo día Pilar ha atendido a 59 pacientes con todo tipo de patologías y realización de pruebas diagnósticas como legrados, ecografías, citologías, biopsias de cérvix… cuando en España lo habitual es realizar un máximo de 30 consultas en las que no se practican ese tipo de intervenciones. Suelen ser primeras citas e informar de pruebas anteriores.

La mayoría de las mujeres parecen tener más edad de la que realmente tienen. Predomina el matriarcado, la mujer es la que lleva el peso de la familia. El hombre va y viene con total libertad. En muchos casos ni siquiera aporta dinero o recursos, sin embargo, tiene poder de decisión sobre el cuerpo de la mujer.

Los hombres consideran que las mujeres existen para servir y agradar a los varones hasta el punto que ellos deciden qué es lo que ellas pueden o no hacer. Les quitan autonomía y capacidad. En definitiva, les arrebatan sus derechos.

Paula Francisca tiene 33 años,  cinco hijos y espera el sexto, una niña que viene de nalgas según revela la ecografía que le hace Pilar. No quiere tener más, pero su marido no quiere que se haga una ligadura de trompas. De usar preservativo tampoco quiere ni oír hablar, nos dice Paula.

Con 30 años Marta Nidia tiene 7 hijos. Ha venido al centro de salud caminando durante dos horas, al lado de su marido, montado a caballo con la menor de sus hijas de tan solo un año. El resto de sus hijos se quedaron en casa solos, a cargo de la mayor, de 13 años. Dice que su marido quiere tener más hijos porque es evangelista. “Yo no deseo estar pariendo todo el tiempo pero me da miedo la operación”, dice en voz baja.

Al hablar de casos así, Dinara, enfermera obstetra comenta espontáneamente “el pastor y su mujer planifican (toman medidas anticonceptivas) pero no dejan que su rebaño planifique”.

Aunque no es habitual, hay mujeres jóvenes que se han hecho la ligadura de trompas, como Xiomara, de 25 años, aunque eso sí, después de tener cinco hijos. El primero lo tuvo a los 15 años. La última es una niña de 8 meses, que juega en el pasillo. Tras ese parto decidió operarse, de acuerdo con su marido, dice.

En Murra descubrimos que las niñas se inician en las relaciones sexuales con 13 años, edad a la que además, muchas quedan embarazadas. También hay casos de violencia sexual, incluso dentro de la propia unidad familiar.

El Estado y la Iglesia también han determinado políticas para controlar el cuerpo de las mujeres. Hace un año que se ha prohibido la interrupción del embarazo, aún cuando éste pone en riesgo la salud y la vida de la mujer.

Este cartel está en la casa de maternidad, donde se alojan las mujeres embarazadas las últimas semanas antes del parto. No es necesario decir más.

2 comentarios:

  1. Sus maridos, la Iglesia, el Estado... ¿quién más desea controlar el cuerpo de estas mujeres? Resulta realmente deplorable que todo el mundo sea dueño de su propio cuerpo antes que ellas mismas. Y lo peor es que tienen difícil salida de de esta situación de recorte de derechos y, en muchos casos, de la dignidad.
    NATALIA

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  2. Sí, eu quédome co paragrafo onde di que unha das mulleres da consulta veu andando mentres o marido foi a cabalo... Non fai falta dicir máis.
    Mar

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