Eduardo Castro |
Antía González, Puerto Cabezas (Nicaragua).- Hace aproximadamente doce años que se instaló en el “Hospital Nuevo Amanecer” de Puerto Cabezas, una cámara hiperbárica para tratar la enfermedad por descompresión.
Esta enfermedad se produce cuando un organismo que ha incorporado un exceso de nitrógeno por una exposición a presiones superiores a las normales, se despresuriza súbitamente. La situación es idéntica a cuando se destapa una Coca-Cola agitada. Se libera una gran cantidad de gas, que forma espuma y desborda la botella. Si esa botella se abriese con extremada delicadeza no se escaparía ni una gota de su contenido.
La enfermedad por descompresión es el resultado de toda esa espuma formada por el exceso de nitrógeno acumulado durante la inmersión y liberado en los tejidos del buzo cuando emerge a la superficie de una forma excesivamente rápida. Las burbujas rompen sus tejidos, obstruyen sus venas y provocan la formación de trombosis, trastornando severamente el funcionamiento de los órganos.
La cámara hiperbárica permite regresar rápidamente a la presión de partida, comparable al ambiente del buzo sumergido, y obliga al contenido gaseoso a redisolverse en el entorno. Si además se administra oxígeno al buzo recomprimido, el nitrógeno se ve obligado a escapar con la respiración. Una recompresión a tiempo puede evitar la aparición de lesiones tan graves como una paraplejia por sección medular, un edema de pulmón o una trombosis cerebral.
Este procedimiento se denomina oxígenoterapia hiperbárica (OHB) y es el tratamiento idóneo de la enfermedad por descompresión. Sin embargo, éste debería ser un accidente excepcional en el mundo del buceo, puesto que toda actividad subacuática dispone de los medios para evitar que se produzca.
Un buzo cualificado debe saber a qué profundidades y durante cuánto tiempo debe hacer las paradas de descompresión suficientes para que el nitrógeno acumulado durante la inmersión pueda abandonar el organismo a través de la respiración. Así, toda inmersión concluiría con unos niveles de nitrógeno que permiten exponerse a la atmósfera sin ninguna consecuencia patológica.
Los buzos de Puerto Cabezas no lo saben por falta de formación. Lo que sí saben es que existen riesgos al practicar el buceo, porque ven como muchos de sus compañeros quedan lesionados de por vida tras una mala praxis. Sin embargo, nadie les ha explicado por qué.
Tras un accidente, se manda a los buzos directamente a la cámara hiperbárica. Ésta es tanto más efectiva cuanto más precoz es el tratamiento tras el incidente. Ellos tampoco lo saben y, en muchos casos, se les sigue metiendo en la cámara a lo largo de varios días. Muchos de los buzos que entran en la cámara tras ese periodo, experimentan una mejoría al salir: se sienten con más fuerza, incluso pueden llegar a caminar cuando antes de entrar apenas podían moverse.
Eduardo Castro |
En realidad la cámara hiperbárica ideal es la que no se utiliza. El mejor método para evitar la enfermedad por descompresión es una prevención adecuada y los buzos de Puerto Cabezas tienen que saber que esa mole de hierro sólo les va a ayudar si ellos ponen de su parte una adecuada formación y un escrupuloso respeto a las normas del buceo. Incluso así, la recompresión sólo será eficaz si se actúa a tiempo. Para evitar todo esto, sólo hay una solución: saber cómo se bucea.
Muy bueno, excelentes noticias para la comunidad!!!
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