Loreto Costa, (Murra, Nicaragua).- Nicaragua es el segundo país más pobre de Latinoamérica. Actualmente está activa una alerta sanitaria a causa de un brote de leptospirosis, una enfermedad provocada por una bacteria que se encuentra en el orina de los animales, especialmente de las ratas. La infección leve puede provocar solo sintomatología leve falta de apetito, fiebre y/o vómitos.
La sintomatología en una primera fase es similar a la de un resfriado común, a la de la malaria o a la fiebre amarilla. En una segunda fase, de mayor gravedad, provoca hemorragias intestinales, arritmia, insuficiencia cardiaca y renal. Y si no se trata, en casos extremos, los daños renales o cardiacos pueden provocar la muerte
En Nicaragua hay 16 departamentos (comarcas) afectados y 15 muertos. La población está recibiendo tratamiento preventivo a base de doxiciclina (dos comprimidos a la semana durante tres semanas) pero aún así, vemos situaciones de riesgo como bañarse en ríos contaminados o falta de higiene personal y en el hogar, donde además de cohabitar con ratas, mantienen contacto con animales domésticos como perros o cerdos sin preocuparse de lavarse después para evitar un posible contagio.
La falta de higiene suele acentuarse con la pobreza y en Nicaragua abundan ambas. Se han conseguido avances, sobre todo a través de la educación de los menores, pero, a pesar de los esfuerzos del personal sanitario para informar a la población sobre hábitos saludables, queda un largo camino que recorrer.
En localidades rurales como Murra se está realizando un gran trabajo en la erradicación de enfermedades importantes y endémicas de la zona. Se ha reducido el número de casos de malaria, muerte neonatal, brotes de lehismaniasis (similar a la malaria) convirtiendo la enfermedad crónica en edad avanzada en la principal causa de morbi-mortalidad.
Gracias a la planificación familiar se ha reducido considerablemente la mortalidad infantil. Por el contrario, ha aumentado la mortalidad por violencia con arma blanca o de fuego. La edad media de embarazo va de los 13 hasta 40 años, con un promedio de 4 a 6 hijos.
Queda demostrado que el hambre saca lo peor de las personas. Sino no se puede explicar que haya bajado la mortandad por falta de cuidados sanitarios durante el embarazo y el parto, pero haya aumentado la causada por armas en esos niños que de bebés consiguieron sobrevivir de una muerte que antes estaba casi asegurada. Este tipo de comportamientos destructivos da mucho que pensar.
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