Presentación del proyecto

Un equipo sanitario, formado por personal del CHUAC, centros de salud de primaria y especializada de A Coruña, Complexo Hospitalario Xeral – Calde de Lugo y Arquitecto Marside de Ferrol, proporciona asistencia sanitaria especializada quirúrgica, de consulta y formativa en los municipios de Murra, Quilalí , Wiwilí y Ocotal, en el departamento de Nueva Segovia (Nicaragua). Tres mil personas se ven beneficiadas por este proyecto sanitario de cooperación internacional con una década de experiencia.

Agareso y Solidaridade Galega visibilizan en este Diario de A Bordo la promoción de calidad sanitaria en este país centroaméricano.


jueves, 11 de noviembre de 2010

Revolucionados

Los pacientes se arremolinan esperando su turno en los pasillos
Loreto Costa, (Wiwili, Nicaragua).- La llegada de la brigada médica española revolucionó el centro de salud de Wiwilí. Los pasillos estaban abarrotados de gente, a pesar de que los médicos dicen que no avisaron de la llegada de las especialistas españolas para que no se colapsara el centro.

Pilar, la ginecóloga, atendió a 40 pacientes en una sola mañana, 110 personas pasaron por la consulta de oftalmología de Minuca y Fina, y Marta realizó 125 extracciones en un solo día, a pesar de tener que utilizar una silla común.

Pero además de enfermos, la asistencia de tanta gente al centro de salud atrajo también a personas que vieron la oportunidad de ganar unos pesos. Niñas que vendían rosquillas, mujeres que montaron un puesto con huevos, frijoles y comida casera, u otras que se trajeron hasta el asadero. El olor de la carne a la brasa se colaba a través de los cristales rotos de la consulta de odontología.

La estampa recordaba por momentos a un día de feria. Por los pasillos e incluso dentro de una consulta ginecológica nos encontramos con perros, buscando restos de comida. En la cola para oftalmología había una señora con una gallina. Y en el exterior de la entrada principal vimos un cerdo comiendo hierbecillas.

También nosotros llamamos la atención por andar con las cámaras de fotos y video, por “chelas” (blanquitos de piel) y por tener el cabello rubio. Cintia, la chiquilla encargada del ciber, me preguntó si me teñía el pelo. Al decirle que no, afirmó “pero los lunares si te los pintas”. Y mientras Miguel estaba grabando recursos, una niña que lo observaba se acercó a Miguel y le dijo ¿“Vas a ganar un Óscar”?

Igual que nosotros resultamos curiosos para ellos, a nosotros nos llaman la atención casos poco habituales en nuestra realidad diaria. “Fui baleado en los sentidos y desde aquella veo mal”, dice un hombre de 45 años al que le entró una bala en la sien durante la guerra. “¿Lo cogieron en una balasera?” lo interroga Fina utilizando vocabulario local en lugar de fuego cruzado. “¿Fue la contra?”, añade.“No, de la contra era yo. Fue el ejército sandinista”, contesta el hombre. La oftalmóloga coruñesa diagnostica que la bala debió dañar alguna terminación nerviosa y eso le provocó un dolor residual.

El otro caso era el de un chico joven, de 22 años, que recibió una puñalada en la ceja y otra en el pulmón. “Quería ver la posibilidad que tengo de recuperar la visión”, le dice a Minuca. Tenía el párpado caído y no veía nada. El ojo no se le movía. Lo habían agredido hacía un año al intentar robarle en casa. No lo denunció porque “pasaría como mucho 3 meses en la cárcel y cuando saliera sería enemigo de uno”.

2 comentarios:

  1. Excelente traballo Loreto e equipo, ten que ser marabilloso axudar así á xente. Recordos desde Moaña e feliz día de San Martiño!

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  2. Lore, un trabajo excelente. Todas las crónicas transmiten y siempre tengo ganas de leer más.

    Caruncho estoy segura de que tu trabajo será igual de bueno.

    Un besiño muy fuerte para los dos.

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